Seguidores

sábado, 30 de abril de 2011

# 4 Querido diario:


Me gustaría poder decir que estuve en tu mente en algun momento, en ese momento. Poder decir que signifiqué algo, por poco que fuese. Que de vez en cuando pienses en mí. Bah, para qué hacerse ilusiones. Las cosas son así. Por cierto, ¿cómo te va, todo como siempre? Yo sigo en mi línea. Música, un cigarrito ente canción y canción y, de vez en cuando, unas líneas dedicadas a ti. Ya sabes, como siempre. Soy así. Ah, y de vez en cuando tu recuerdo me atrapa y me entra la nostalgia. Odio admitirlo, pero, a veces, aún te echo de menos. A veces, sin previo aviso, tu sonrisa viene a visitarme, siempre en el momento más inesperado. Sobre todo en días como éste, en el que todo parece ir asquerosamente mal.

# 3 Querido diario:

Café, cigarrillos y Rock and Roll. Eso era todo. Pasaba las noches pegada a su guitarra, litros de café y cajetillas de tabaco que cada vez duraban menos. Pero desde que él se fue, los acordes eran cada vez más tristes, el café sabía más amargo y los cigarros se consumían sin que se diese cuenta. Kate miró por la ventana y suspiró. Ya estaba amaneciendo. Otra noche más que pasaba sin él. Se hacía insoportable. Decidió que, la noche siguiente, cambiaría el café por Brugal. Tal vez diese mejor resultado.

# 2 Querido diario:

Porque a todos nos han preguntado alguna vez:
-¿Tú eres de Beatles, o de Rolling Stones?
Y mi respuesta siempre será la misma:
-Yo soy de Beatles por la mañana, y de Rolling Stones por la noche...

# 1 Querido diario:

No podía más. La vida la superaba, y eso que aún no había llegado a los veinte. Miraba distraída por la ventana, con la cajetilla de Lucky al lado, la única que la aliviaba en ese día interminable. Y, cuando parecía que levantaba cabeza, el recuerdo de su sonrisa fue a visitarla.
"Qué puñalada... Y eso que a veces parece que no fuimos nada".